El Espolón de Cefeo: la nueva y enorme estructura descubierta en la Vía Láctea

Actualmente gracias al avance de la ciencia se sabe que la Vía Láctea es una galaxia con forma de espiral, y que nuestro sistema solar se encuentra ubicado en uno de sus brazos espirales, concretamente, en el brazo de Orión. Aunque en la práctica es imposible observar toda la galaxia con nuestros propios ojos a menos que la recorramos entera, sí podemos aprender mucho de las estrellas observables estudiándolas detenidamente.
Y aquí es donde entra una investigación realizada por el Centro de Astrobiología CAB: un grupo de científicos de la misión GAIA estaba estudiando una estrella azul y acabaron descubriendo algo que hasta ahora permaneció siempre oculto para nosotros.
Desde Orión hasta Roseta
Las estrellas azules (estrellas OB) suelen ser de las más estudiadas por los científicos, ya que son capaces de ofrecernos mucha más información que el resto. Son jóvenes y viven poco, y eso es un factor clave para las investigaciones gracias a que su corta vida impide que se desplacen demasiado del lugar del que se formaron. Esto es especialmente útil porque nos ayuda a determinar regiones relativamente activas de la galaxia, es decir, un rincón de la Vía Láctea en el que se siguen formando estrellas. A estas zonas les conoce como regiones de formación estelar.
Volviendo a la misión GAIA del CAB, los científicos estaban estudiando una de estas tantas estrellas OB para actualizar el catálogo estelar ALS (Alma Lominous Stars), el catálogo más grande que existe de estrellas azules masivas de nuestra galaxia y que nos permite discernir un mapa de los confines de la Vía Láctea.
Tras la investigación decidieron echarle un vistazo a ciertas estructuras circundantes que se podían ver con más claridad, y entonces fue cuando observaron algo que nunca antes habían visto en ese sitio: la ramificación de un brazo espiral justo donde está nuestro sistema solar. Esta ramificación se trata de una enorme estructura de aproximadamente 10.000 años luz de distancia que une el brazo de Orión con el brazo de Perseo (se encuentra al lado nuestro), llegando hasta la nebulosa de Roseta.
Profundizando un poco más sobre esta estructura, no es plana y tiende a ser ondulada, lo que se conoce como corrugación, y esta forma hace que se eleve del plano de la galaxia. Ha recibido el nombre de Espolón de Cefeo por la constelación de Cefeo que es el sector del cielo donde mejor se puede observar esta estructura, mientras que espolón se debe a que es la categoría que reciben este tipo de estructuras.
La existencia de formas que sobresalen del plano galáctico en la distribución de estrellas OB no es ninguna novedad y ya se le conoce como la onda de Radcliffe, pero hasta ahora no existía una confirmación que respaldase la teoría. Tampoco estamos seguros de que su existencia pudiera deberse a la colisión con otra galaxia, o si la materia oscura influye en la formación de las ondulaciones, mientras que hipótesis barajan la posibilidad de que ese lugar pudiera ser justo donde nació el Sol.

Respecto al Espolón de Cefeo su hallazgo todavía es reciente, pero de él podemos aprender mucho sobre el pasado de la Vía Láctea y el origen de este tipo de corrugaciones. El siguiente paso para los investigadores será continuar con el catálogo de estrellas azules masivas para que sea lo más completo posible, y entonces podremos determinar con mayor precisión toda clase de datos sobre la formación de nuestra galaxia.

Este artículo ha sido publicado por un colaborador invitado.
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