¿Puedo disparar una bala en el espacio?

Imagina por un instante que eres un vaquero espacial y el espacio es el salvaje oeste. Un peculiar Jesse James (si quieres interpretado por Matthew McConaughey) te reta a un duelo, y a regañadientes no te toca otra que aceptarlo si quieres sobrevivir. Si es que es posible sobrevivir a tal situación.
De tu bolsillo, o mejor dicho, de tu traje de astronauta vaquero espacial sacas una Magnum como la que empuñaría Clint Eastwood en ‘Harry el sucio’, y debes plantearte lo siguiente: ¿apunto y disparo?
¿Qué podría pasar?
Antes de nada deberíamos plantearnos otra pregunta; ¿es posible disparar en mitad del espacio?
La respuesta es sí.
Si bien es cierto que para que un disparo proceda se requiere combustión para detonar una bala. En el vacío del espacio el fuego no tendría oxígeno, pero igualmente el percutor de una Magnum puede generar una chispa lo suficiente breve para que, al chocar contra la bala, convierta el oxígeno en gas y este genere un onda lo suficiente fuerte para desplazar la bala a gran velocidad.

Esto se debe a cómo se fabrica la munición moderna. Esta contienen su propio oxidante, y dicho químico desencadena una explosión de pólvora.
¿Y después qué?
Como siempre ocurre cuando se dispara un arma, se desencadenan toda clase de hechos, casi siempre trágicos. Pero en el espacio podríamos afirmar que más que hechos trágicos, pasarían cosas interesantes.
Lo primero de todo, los restos de humo que deja un arma al ser disparada en el espacio tendrían forma esférica, como un anillo expandiéndose desde el cañón de la pistola. Cual Bilbo Bolson.

Después tenemos la tercera ley de Newton. Dicha ley determina que una fuerza ejercida sobre un objeto incurriría en una fuerza igual y opuesta sobre quién o qué ejerce dicha fuerza.
En otras palabras, y suponiendo que estás sujetando con mucha firmeza el arma, saldrías disparado hacía atrás en la misma trayectoria opuesta a la de la bala, y a una velocidad equivalente a tu masa en función de la masa de la bala.
Un ejemplo sencillo. Si la bala viaja a 1000 metros por segundo, tú, al tener una masa mucho mayor, viajarías a un par centímetros por segundo. Dicho de otra manera, si tú y la bala tuvieseis la misma masa viajaríais a la misma velocidad los dos.
¿Y qué pasará con la bala?
Hasta seguro que algunos se habrán preguntado que pasa con las balas en la Tierra, ¿si disparo de frente y nada se interpone en la trayectoria de la bala esta llegará hasta China para dar la vuelta al mundo y llegar de nuevo a mi dándome de espaldas y matándome a mi mismo a larga distancia? No, hijo, no.
Una bala puede alcanzar largas distancias pero tarde o temprano esta caería por su propia inercia. Si una banda de gangsters disparasen como locos al cielo después tendrán una bonita lluvia de balas sobre su cabeza. Algo que Scorsese no te enseña en sus películas.
Pero en el espacio esto no sería así. En el espacio una bala nunca se detendría, ni si quiera cambiaría su velocidad.
Los únicos factores externos que podrían influir en su trayectoria es que algún objeto se interponga en su camino, cosa bastante improbable dado su diminuto tamaño y lo grande que es el Universo. También podría influir que se acerque a la órbita de algún astro enorme, y, en últimas instancias, la propia expansión del Universo, que si no fuera por ella tarde o temprano la bala llegaría a su fin.
¿Y a nosotros que nos pasaría? Pues lo mismo que a la bala. Viajaríamos a la intemperie y más nos vale tener suficiente oxígeno hasta ser rescatados si no queremos acabar como Sandra Bullock.

Vale, creo que hoy me he pasado con las referencias cinéfilas.

Este artículo ha sido publicado por un colaborador invitado.
Si te gustaría colaborar con Techies. es y publicar un artículo en nuestra web puedes ponerte en contacto con nosotros.
Si te ha gustado el artículo síguenos para no perderte nuestras publicaciones: