El nuevo cine chino

Historias de noir, ciencia ficción y hasta animación a ordenador. Hablemos del imparable crecimiento del nuevo cine chino.

Publicado por: Adrián Ruiz

Durante los últimos años hemos visto un salto impresionante dentro del cine chino con producciones que destacan y brillan entre géneros como el noir, la ciencia ficción y las películas de animación infantil generadas a ordenador. Tal es el crecimiento que China no vacila en su inversión por el formato cinematográfico, llegando a dejarnos grandes blockbusters de taquilla como ‘The Wandering Earth‘ y superproducciones animadas como ‘La serpiente blanca‘ y ‘Más allá de la Luna‘.

Entre tanto, transcurre un fuerte rechazo social entre su población hacía aquellas producciones occidentales que intentan meterse colarse el cine chino, como fue el caso de ‘Mulan’, un estrepitoso fracaso. Al mismo tiempo Asia se va expandiendo en Occidente a través de servicios como Netflix, mientras cineastas orientales como Zhang Yimou (‘Sombra‘) o Bong Joon-ho (‘Parásitos’) consolidan su reputación como grandes cineastas del mundo.

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China, la nueva Hollywood

Hace 20 años el paisaje habitual de la ciudad de Shanghai, la ciudad más grande de China, estaba abarrotado de vendedores ambulantes que intentaban colarte un DVD pirata de películas recién estrenadas. Un fenómeno que también se replicaba en gran parte de Europa con copias de dudosa calidad, pero que China sufría en sus propias carnes con una industria de cine en decadencia.

Pero la historia dio un vuelco y la industria cinematográfica de China comenzó un ciclo de ascenso, una historia de éxito fundamentada por tres pilares: la lucha contra la piratería, la revolución tecnológica, y unas políticas del Gobierno que favorecerían notablemente al cine chino.

Tienda ilegal de DVD's piratas en China.
Tienda ilegal de DVD’s piratas en China. Imagen: Harald Groven

Trasladándonos al año 2016, China vio como entre la población joven y la clase media crecía paulatinamente el consumo de cine. En el año anterior la población se gastó en entradas de cine más de 6.500 millones del equivalente en euros: un 50% más que el año anterior. Solo 2018 ya iban a la cabeza de Estados Unidos, y en 2020 superaron al continente americano por primera vez en su historia.

En ese mismo 2016, de los ingresos en taquilla más de la mitad representaban cine chino con películas de aventuras como ‘Monster Hunt’, ‘Mojin: The Lost Legend’ y la comedia ‘Lost in Hong Kong’, que compartieron éxito taquillero con blockusters mundiales de la talla de ‘Fast & Furious 7‘ y ‘Avengers: La era Ultron‘. El cine chino empezaba a arrasar en sus propias salas de cine.

Partiendo de números, actualmente más del 80% de los beneficios que obtiene la industria cinematográfica de China vienen exclusivamente de sus ingresos en taquilla, a diferencia de la industria internacional que también saca rédito de la venta posterior en DVD y Blu-ray, de los derechos de retransmisión, y del merchandising. Pero China cuenta con un crecimiento de su industria que va el doble de rápido y una población cuatro veces más grande que la de Estados Unidos. No es casualidad que películas internacionales como ‘Star Wars: El despertar de la Fuerza’ fueran clave en su estreno en China, pues su taquilla representa un porcentaje significativo para la recaudación mundial de estas películas.

Cuota de taquilla nacional de China en la taquilla mundial
Cuota de taquilla nacional de China en la taquilla mundial. Fuente: ChinaGoAbroad

En los últimos años el sector cinematográfico chino ha tenido un gran margen de mejora, y eso lo hemos podido ver en su lucha contra la mencionada piratería. Hasta hace poco el país no gozaba de un mercado cinematográfico similar al de Hollywood, pero con la creación de franquicias y nuevas marcas surgió una alta demanda de productos relacionados con sus nuevas películas, y con ello, nuevas empresas y acuerdos entre bambalinas para venderle al público merchandising y otros productos licenciados.

El respaldo político y la evolución tecnológica

Un pilar importante en este crecimiento ha sido el endurecimiento político ante la propiedad intelectual, brindando las herramientas necesarias a los nuevos creadores para proteger sus obras. Como muestra de ese compromiso, el Gobierno chino ratificó en 2014 el Tratado de Beijing sobre interpretaciones audiovisuales, y en 2016 aprobó una nueva ley para proteger y promocionar la industria cinematográfica.

Presidente Xi Jinping

Otro aspecto fundamental, y bastante llamativo, es la decisión del gobierno de poner un límite al número de películas extranjeras que se proyectan en sus salas. Una medida polémica, pero efectiva a la hora de dar más visibilidad al cine chino y de darle un impulso a la industria creativa. Por otro lado existen regulaciones diseñadas para disuadir a las productoras internacionales de hacer sus propias películas en China, para en su lugar coproducir en conjunto con empresas nacionales otorgándole a los cineastas chinos un mayor acceso a mejores recursos y conocimientos de los que antes no disponían. Un win-win en toda regla.

Al mismo tiempo se da otro fenómeno y con cierta implicación gubernamental: la revolución tecnológica. Como parte de plan Made in China 2025 y el auge de grandes Big Tech como Baidu, Alibaba y Tencent (B.A.T.), China está gozando de una riqueza tecnológica nunca antes vista. Y con ello, el surgimiento de herramientas y potenciadores para el consumo cultural de grandes producciones de películas y series nacionales.

Gracias a estas Big Tech se están construyendo ecosistemas en línea para el país que más gente en línea tiene en todo el mundo. Dichos ecosistemas están diseñados para animar a sus usuarios a participar en toda clase de servicios y actividades que ofrecen, entre los que se encuentran la compra online de entradas de cine, hasta el consumo de películas en sus propias plataformas de streaming. Precisamente en China imperan por delante de Netflix otros servicios de streaming nacionales, como iQiyi (Baidu, Xiaomi) y Tencent Video, mientras que Alibaba y Tencent poseen gran parte de Huayi Brothers, la mayor compañía privada del sector cinematográfico de China.

Imagen de 'The Bad Kids', una de las series más aclamadas de la plataforma iQiyi
Imagen de ‘The Bad Kids’, una de las series más aclamadas de la plataforma iQiyi

Hablamos de un país con más de 650 millones de usuarios conectados, así que existe un potencial gigantesco para las Big Tech de B.A.T. y derivados. Entretanto, la nueva propiedad intelectual juega un papel importante afianzando ese crecimiento e impulsando la creatividad y la creación de nuevos contenidos a gran escala, todo ello respaldado por un ecosistema de millones de usuarios que fortalece un mercado sólido, estable y en constante crecimiento.

Precisamente los ecosistemas creados por B.A.T. no son poca cosa, ya que permite a las tecnológicas recopilar datos sobre preferencias personales de sus usuarios, no solo qué películas les gustan: desde la música escuchan hasta qué compran por Internet, como es el caso de Alibaba con AliExpress. En ese sentido las Big Tech, de china juegan en dos ligas al mismo tiempo: la de Internet y la del cine, y conocen a su población mejor que Hollywood conoce a su propio público.

Desde el noir hasta la ciencia ficción

En los últimos años se ha podido ver una muestra de gran aprecio hacía el cine de género, como ha sido el caso del noir con películas como ‘The Looming Storm’ de Dong Yue, ofreciendo una particular perspectiva sobre (y de) la sociedad oriental. En occidente estas películas han ido allanando el camino a través de festivales de cine, labrándose un nombre y cosechando buenas críticas, mientras que pocas llegan a nuestras salas. Y si lo hacen, lo hacen años más tarde.

'The Looming Storm' de Dong Yue,, lo mejor del cine noir chino
‘The Looming Storm’ de Dong Yue,, lo mejor del cine noir chino

Y esto no es algo exclusivo del cine chino: ocurre con todo el cine asiático. ‘Parásitos’ es uno de los mejores ejemplos, una película que estuvo más de un año deambulando entre festivales hasta su aterrizaje en la última velada de los Óscar, y de ahí, el salto a las salas de cine de todo el mundo.

Precisamente China y Corea del Sur se reparten el pastel de la ciencia ficción asiática encabezando algunos de los blockbusters que más han arrasado en la taquilla de sus respectivos países, ‘The Wandering Earth‘ y ‘Barrenderos Espaciales‘, cuando hasta hace poco, apenas tenían experiencia en el género.

Mientras tanto el gigante asiático es capaz de sorprendernos con una realización nunca vista de películas de animación, en parte gracias a su enorme cultura y folclore. Estas cintas destacan por una animación más atrevida y menos sosegada de la que nos tiene acostumbrados Disney y Pixar, con rasgos moderados de historias más adultas, romance e incluso violencia. En los últimos años nos han dejado producciones notables como ‘Ne Zha’, ‘La serpiente blanca’, ‘Más allá de la Luna’, ‘Big Fish & Begonia’ y ‘El dragón de los deseos’.

Ne Zha
‘Ne Zha’ ha sido una de las películas más aclamadas y sorpresivas de la animación infantil china

Aunque donde más han sabido destacar los cineastas chinos es el drama puro, ese que evoca sentimiento. Solo en 2019 tuvimos grandes películas como ‘Hasta siempre, hijo mío‘ de Wang Xiaoshai y ‘Dwelling in the Fuchun Mountains‘ de Gu Xiaogang, y en 2018 la inmejorable ‘An Elephant Sitting Still‘, cinta de autor del pragmático Hu Bo.

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