Mucha gente duda de si es real el golpe de Will Smith a Chris Rock, pero nadie se fija en lo importante: la enfermedad de Jada Pinkett, y una broma de mal gusto

Son las diez y media, tras madrugar algo tarde, una larga ducha, desayunar y prepararme el café matutino, me acuerdo de que esta madrugada fue la gala de los Óscar y procedo a meterme en Google para ver qué inesperada sorpresa nos ha dejado este año la Academia. E inesperada lo ha sido, sin duda.
Al margen de una inmerecida estatuilla a cierto remake de la francesa ‘La familia Bélier‘, esta ocasión Will Smith acaparaba los titulares y pensé para mis adentros “Por fin habrá conseguido el Óscar que tanto ansiaba”. Un Óscar que lleva persiguiendo desde ‘En busca de la felicidad’, y que anoche al fin pudo conseguirlo.
Pero un Óscar ensombrecido, ensombrecido por un momento bochornoso y de lo más desagradable: Will Smith propinó un sonoro guantazo a Chris Rock tras una broma de mal gusto. Y ahora hay mucha gente dudando de si el golpe fue real, o si fue pactado.
Una broma de mal gusto
Ya lo dijo Chris Rock en medio del escenario poco después de recibir el golpe: “Probablemente sea el mejor momento de la historia de la televisión”. Un desafortunado encontronazo por una broma fuera de lugar, que sin duda ha apartado cualquier premio de la gala para acaparar los todos los titulares. Will Smith y Chris Rock son las estrellas del momento.
Pero al margen de la controversia y de debates sobre si el oscarizado actor podría perder su reciente estatuilla, ser vetado en futuras galas de la Academia, o incluso demandado por el cómico, entre el público y la opinión general suscita una duda frecuente y a la que nos tiene habituados Hollywood cuando se dan polémicas de este tipo: ¿es real el golpe, o ha sido pactado por ambas partes?
Tras la controversia la gala nos ha dejado varias imágenes que pueden esclarecer un poco la situación, entre ellas una fuera de las cámaras: Denzel Washington consolando a Smith mientras este se seca las lágrimas, y posteriormente haciendo lo mismo con Jada, su esposa.
Mismamente, Smith ha recibido su primer Óscar por ‘El método Williams’, y en medio del discurso, el nerviosismo era palpable. No desaprovechó la ocasión para recordar a Richard Williams y hacer similitud de sus ideales en los que la familia lo es todo. El actor se disculpó con la Academia, pero no con Chris Rock.
Y pudiera ser un encuentro preparado, sí, pactado por dos actores que llevan años enzarzados en reyertas personales, pero es poco presumible. Y es que nadie tiene en cuenta que para darse ese escenario tendría que hacer otro pacto de por medio: el de la broma.
El estigma de la alopecia
El chiste de Chris Rock fue una desafortunada broma sobre ‘La teniente O’Neil’ (‘G.I. Jane’), película en la que Demi Moore tuvo que raparse la cabeza para el papel. Jada Pinkett, esposa de Smith, anunció el año pasado que tuvo que afeitarse la cabeza tras una larga lucha contra la alopecia, anuncio que acompañó de una publicación en Instagram:
“Ahora, en este punto, solo puedo reírme… todos saben que he estado luchando contra la alopecia. De repente un día… simplemente apareció así. Ahora esto va a ser un poco más difícil de ocultar para mí. Entonces pensé en compartirlo para que no hagan preguntas… Mamá tendrá que llevárselo al cuero cabelludo para que nadie piense que se sometió a una cirugía cerebral o algo así. Esta alopecia y yo vamos a ser amigos… ¡y punto!”.
Jada Pinkett, Instagram

Y volvemos a lo mismo: el encuentro pudiera ser pactado por ambos actores, pero es muy improbable que Will Smith accediera a permitir que Chris Rock, con quien lleva años en disputas personales, realizara una broma de mal gusto sobre la situación su mujer ante el público.
Una broma sobre algo que él sabe mejor que nadie lo difícil debió de ser para su esposa, y sobre todo, una broma en lo que estaba destinado a ser su gran noche, pues el actor lleva desde el 2006 esperando este momento.
Ahora bien, no hay héroes en esta historia. Ni hay justificación para la broma de Chris Rock, ni la hay para la actuación de Will Smith. Una desagradable polémica que no hace más que empeorar la imagen de una Academia que lleva años de capa caída y entregando premios a películas de dudosa credibilidad.
Porque nadie habla de lo realmente preocupante: el Óscar a mejor película lo ha ganado un remake de una película francesa que ni tiene 8 años. Y es que ‘La familia Bélier‘ debería ser la auténtica oscarizada, una de las mejores películas del cine francés y que nunca ha tenido reconocimiento alguno por parte de la Academia.
Esa es la verdadera polémica.
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