La importancia de Francis Bacon en Joker, y cómo este influenció al Caballero Oscuro

Cuando ‘El caballero oscuro’ se estrenó en 2008, fue un éxito crítico y comercial inmediato, no menos importante por la interpretación ganadora del Óscar de Heath Ledger en la piel del Joker. Si bien el Joker no es un personaje nuevo, ya que nació en los cómics de Batman allá por 1940, Ledger y el Christopher Nolan aportaron una interpretación mucho más oscura y matizada del personaje.
Esta no era la risa del “el payaso del crimen” a la que la estábamos acostumbrados, sino la de un sociópata anárquico y siniestro. En una antigua entrevista ofrecida por Tate, Nolan reveló cómo su inquietante y violento villano había sido influenciado por un artista que a menudo veía esas mismas dos palabras aplicadas a sus obras: Francis Bacon.
Del arte al cine
En la entrevista Nolan abordaba el tema del maquillaje del Joker. En las representaciones anteriores del personaje había llevado una piel íntegramente blanca, el pelo verde y una brillante sonrisa de un fuerte color rojizo. Nada esto funcionaría para el universo de Batman que él estaba construyendo.
Pero el problema se resolvió cuando el director llevó al set un libro de arte de Francis Bacon. Se hizo un esfuerzo por incorporar las distorsiones y mezclas de color de Bacon en el maquillaje de Joker, dejando que tuviera una especie de acabado ligeramente desgastado.

No es solo el aspecto Joker lo que lleva el sello de Bacon, sino también el propio personaje. En la entrevista, Nolan explicaba el uso que se le daba a los espacios oscuros en el arte de Bacon, y cómo este conecta con su realización cinematográfica:
Me gusta bastante su naturaleza paradójica. Cuanto más se quita, menos te dice realmente sobre lo que hay ahí fuera, y más me encuentro pensando en lo que hay detrás de ese espacio oscuro.
Nunca tienes los recursos para crear completamente el mundo que estás creando, por lo que estás dejando muchos vacíos. Entonces, parte de lo que [Francis Bacon] está tratando de hacer es usar esas brechas necesarias de manera inteligente, de modo que cuando no muestra algo, te está ayudando en lugar de sentir las limitaciones del mundo que ha creado.
Christopher Nolan
El Joker de Nolan y Ledger difería de muchas de sus iteraciones pasadas en el hecho de que, en lugar de asignarle explícitamente una historia de fondo o ignorarla por completo, ocultaban deliberadamente su pasado. Al hacer que él contara diferentes historias de cómo le hizo sus cicatrices a diferentes personas o cómo se hizo las suyas, el público no sabía cuál de esas historias sería real.

El efecto resultante es el de un carácter desconcertante, pero fascinante. Puede que haya sido necesario dejar “brechas” en el camino, pero Nolan, al igual que Bacon, utiliza paradójicamente el vacío para mejorar su trabajo. El efecto para el público es el mismo que Bacon tiene en Nolan: se quedan pensando en “lo que hay detrás de ese espacio oscuro”.
Curiosamente, aunque Nolan desarrolló la conexión con Francis Bacon, no fue el primero en crearla. De esto ya se encargaría Tim Burton, en 1989.
“Me gusta este, Bob. Déjalo”.
En una secuencia de la película ‘Batman’ de 1989 de Tim Burton tiene a un Joker, interpretado por Jack Nicholson, interviniendo en el museo de arte de Gotham City para secuestrar a la novia de Bruce Wayne.
El museo ha sido atacado y la banda del Joker tiene vía libre para destruir todo ante su paso. Joker, que representa todo lo anárquico de la sociedad y su desprecio por el dinero es bien conocido, muestra su permisividad ante la destrucción de cuadros de Degas, pinturas de Vermeer, e incluso un famoso retrato de George Wasington. El Joker es un personaje que persigue el mal a través del mal para crear una sociedad mediocre y frágil, y esta destrucción artística no es más que una salvaje perfomance personal con un trasfondo poético.
Pero entre bailes y gamberradas, en un momento dado el Joker detiene con su bastón a uno de sus esbirros que está a punto de destruir un cuadro de presencia estrafalaria, observa a su esbirro y le dice: “Me gusta este, Bob. Déjalo”.

El Joker ha detenido su mano destructora de la muerte ante una obra de arte y ha emitido un juicio artístico, aunque breve. El cuadro que ha sido salvado no es ni más ni menos que una obra del pintor irlandés Francis Bacon.
No es casualidad ni mucho menos. Francis Bacon plasmaba en su obra todos los sadismos y aberraciones inimaginables, pero con una elegancia personal, casi íntima, y sin provocaciones gratuitas. Joker, por su parte, parece un personaje salido de una de las obras de Bacon, y es por ello que protege una obra que representa lo más oscuro del dolor humano.
Pequeños easter eggs
Las referencias al arte y a la película de Tim Burton no se dan solo en las películas de Nolan. También en el Joker de Joaquin Phoenix. Los cuadros del museo que vemos en la película original se dejan ver de nuevo colgados en la pared del apartamento Arthur Fleck, estableciendo de este modo una conexión especial.

La influencia que el arte ha tenido y sigue teniendo en el cine es histórica. Y estas conexiones de ninguna manera se limitan a unas cuantas obras.
Por ejemplo, Nolan volvió a buscar su inspiración en el arte para ‘Origen’ (Inception) tomando prestada la arquitectura imposible de M.C. Escher para una de sus secuencias más soñadas. Scorsese también ha hablado de cómo ‘Malas calles’ se inspiran Caravaggio, y varias de las mejores películas de Alfred Hitchcock están repletas de guiños a Edward Hopper.
Bacon no solo inspiró a Nolan, también a James Cameron en ‘Alien’. Según se conoce, el retrato del papa Inocencio X de Velázquez que Bacon interpretó a su particular manera sirvió de inspiración para la monstruosa boca del alien.
El hecho de que Bacon haya influído en el diseño de una de las criaturas más populares del séptimo arte ilustra muy bien la relación simbiótica que comparten el arte y el cine.
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