Reseña de ‘Confessions’: una historia de venganza maternal mucho más despiadada que la clásica ‘Oldboy’

Publicado por: Adrián Ruiz
Confessions (Kokuhaku)

A Tetsuya Nakashima lo conocemos por ser un cineasta capaz de reinventarse, de abrir nuevas vías de narración y exploración audiovisual en cada película que hace. Ya sea si vemos ‘Conociendo a Matsuko’, ‘El mundo de Kanako’ o ‘Confessions’, con toda probabilidad no veremos una película ni igual ni similar en su filmografía: cada película que hace es diferente.

En el caso de ‘Confessions’, también conocida como ‘Kokuhaku’, estamos ante lo más gore del cine japonés, pero también un thriller ingenioso. Su puesta en escena es curiosa, más propia del cine de comienzos de siglo y de los videoclips pops clásicos, pero a fin de cuentas, algo nuevo y fascinante. Nakashima hace de las suyas y logra atraparnos con lo que al principio pudiera parecer un guion simplón y sencillo, pero que en el fondo esconde mucho más.

El amor de una madre

La historia tiene lugar en el aula de una escuela de secundaria japonesa. Allí todos parecen ser gente corriente: los adultos son profesores dedicados a su profesión, los niños unos endiablados revoltosos carentes de educación. Entre el barullo, las risas y la falta de interés, Yuko Moriguchi se despide de sus alumnos con un breve discurso y una revelación de lo más insólita: dos alumnos de esa misma clase fueron los responsables de la muerte de su hija, una adorable niña de tan solo cuatro.

Confessions (Kokuhaku)

La primera media hora es, a grandes rasgos, una introducción paulatina de cuál es la dinámica de esta película. La cinta se divide por partes para presentarnos la confesión de los personajes principales de esta historia, una historia con varios frentes: la venganza, la maternidad y la importancia de la vida. Moriguchi, una mujer dolida por una perdida importante, puede parecernos una persona infinitamente escalofriante al dictar sentencia sobre los dos culpables, pero lo cierto es que esconde algo más en su particular venganza.

Precisamente esa venganza no es lo más sorprendente de todo. Cuando parece que la historia no pudiera dar más de sí, el guion da un par de giros por direcciones que ni nos esperamos. Hay mucho más allá de la venganza de Moriguchi. Y aquí es donde Nakashima presenta su lado más sangriento, a través de los personajes Shuya Watanabe y Naoki Shimomura, los dos culpables del horrible crimen que perpetraron.

Confessions (Kokuhaku)

Ambos niños son caras opuestas y a su vez personalidades trastornadas que hasta a un adulto daría miedo: un niño prodigio con resquicios de paranoia y un solitario crío al que nadie hace caso. Debido a la ley de menores edad de Japón, estos son intocables ante la justicia. De trasfondo están el resto de compañeros de clase y veremos la cara más cruel de una manada de adolescentes sin escrúpulos, quienes no dudarán en marginar a ambos, mientras que un profesor ignorante intenta poner orden entre sus alumnos.

Lo cierto es que ‘Confessions’ esconde un enorme poder destructivo, el de la maternidad, un elemento generalmente unido al amor, la lealtad y la pureza sin fin. Lo veremos a través de Moriguchi, una madre que perdió a su preciada niña, Shuya, un idiota carente de amor maternal, y Naoki, un niño sobreprotegido por una madre demasiado indulgente. Más allá de la venganza, la maternidad es el verdadero eje y pilar de todo.

Confessions (Kokuhaku)

Pero sin desvelar más sobre la trama de ‘Confessions’, decir que es la película es mucho más despiadada que otros thrillers de venganza como lo son las coreanas ‘Oldboy‘ y ‘The Chaser‘, referentes del género.

El título de la película hace alusión a una serie de confesiones de los personajes principales para hacer avanzar la historia y exponer sus emociones. Toda la película ha sido rodada como si fuera una pesadilla constante, simultáneamente realista y surrealista al mismo tiempo. Junto a ‘Kamikaze Girls’ y ‘Conociendo a Matsuko’, ‘Confessions’ se gana un hueco como otra película japonesa de culto más, poniendo a Nakashima entre los mejores cineastas japoneses.

Confessions (Kokuhaku)

El reparto, aunque breve, es bastante excelente. Todos los aplausos van para Takako Matsu, quien da vida a una despiadada y vengativa Moriguchi, mientras que los jóvenes Yukito Nishii y Kaoru Fujiwara destacan con brillantez al dar vida a unos sangrientos niños con una actuación, digamos, estremecedora. También tenemos a una reconocida Ai Hashimoto en un papel secundario, pero bastante relevante.

Para concluir, ‘Confessions’ es de visionado obligatorio para cualquier fan de los thrillers de venganza y del cine japonés, especialmente si ya has visto otros trabajos del mismo director. Tal vez no sea una cinta para todos los públicos (ni estómagos), pero sin duda sorprenderá a más de uno.

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