Reseña de ‘Animales fantásticos: Los secretos de Dumbledore’: la falta de magia se ve traspasada por una historia lenta, tosca y enrevesada
Publicado por: Adrián Ruiz
Las miradas persistentes, envueltas en recuerdos melancólicos de un amor imposible ante esa enemistad que hierve impasible a fuego lento: la escena inicial de ‘Animales fantásticos: los secretos de Dumbledore’ es bastante candente. Y lo es aún más por los dos grandes actores que actúan uno frente al otro, Jude Law y Mads Mikkelsen, actores de nivel que aportan una sorprendente presencia en pantalla, así como una sutil sensación de emoción a todo lo que está por venir.
Excepto por el pequeño detalle de que, a partir de aquí, ‘Los secretos de Dumbledore’ va cuesta abajo, con emociones y momentos divertidos esparcidos por toda la cinta.
Pero en la práctica, la sensación final es de ser insuficiente en su propósito.
Esto no es “Harry Potter”
Siendo justos, las películas de ‘Animales Fantásticos’ no están siendo lo suficiente buenas si las comparamos con la franquicia de donde vienen. Están bien producidas, pero no llegan a ser realmente inspiradores ni consiguen transportarnos a ese mundo mágico de Hogwarts.
Esta tercera entrega viene a ser como una ligera mejora respecto denostada ‘Los crímenes de Grindelwald’, estando a la par con la primera película de la serie que dio inicio a todo. La sensación general es que todas estas películas están persiguiendo la misma gallina de los huevos de oro que ‘Harry Potter’, pero a cada una que sale lo único que nos recuerda es lo innecesarias que son.

Podemos encontrarnos un pequeño fragmento de Hogwarts, John Willians de fondo, mientras varios jóvenes magos persiguen la snitch dorada sobrevolando el castillo. Pero no deja de ser un fanservice puro en medio de una película repleta de demasiados personajes, demasiada trama enrevesada, y muy poca magia.
Por tercera ocasión tenemos a David Yates en la dirección, quien también fue responsable de las últimas cuatro películas de ‘Harry Potter’. Entretanto, por primera vez el peso del guión recae sobre Steve Kloves, guionista asiduo de Potter, con la colaboración de J.K. Rowling, quien fue la encargada de guionizar las dos primeras de ‘Animales fantásticos’.
A pesar de ello, (o a pesar de ella) “Los secretos de Dumbledore” se siente sobrecargada en exceso a medida que salta de una trama a otra. Mantener varios planos intercambiándose continuamente llega a ser extenuante, especialmente dentro de una franquicia en la que todo giraba en torno a la magia, un héroe y un villano.
La falta de magia, su principal problema
En esencia, en medio de todo ese caos hay es una película que nos habla sobre política y fraude electoral. En este sentido no encontraremos magia en exceso ni una película que nos ayude a escapar de los problemas de la vida real, algo que sí ocurría con Potter y compañía.
Hay una secuencia de baile (bastante extraña) que involucra a un grupo de escorpiones mágicos, una escena que mantiene un equilibrio entre lo divertido y lo horripilante, acompañado de un baile que, por desgracia, no será fácil de olvidar.

El Newt Scamander de Eddie Redmayne, el magizoólogo y protagonista principal, ha sido nuestro conducto hacia este mundo mágico anterior al Potterverse, pero ni siquiera es el personaje principal en esta película. Es solo una pieza más en el plan de Albus Dumbledore, que siendo justos, debería haber sido el protagonista de estas películas, en lugar de pretender forzar la historia en torno a un personaje aparentemente secundario.
Tampoco parece muy sonado ni llamativo el cambio de actor de Grindelwald: aunque Mads Mikkelsen encaja a la perfección el tono más pausado y meditativo del villano, su presencia trasciende tan poco que realmente no nos transmite gran cosa. Tal vez, y solo tal vez, con la excentricidad y la presencia onírica de Johnny Depp ‘Los secretos de Dumbledore’ habría adquirido un matiz diferente, pero eso es algo que nunca sabremos.

Por último tenemos a Ezra Miller como secuaz de Grindelwald, Credence, cuya historia e identidad es una pieza clave en un rompecabezas de gran calado. Comparado con sus actuaciones anteriores, pese a contar con menos presencia en ‘Los secretos de Dumbledore’ lo cierto es que esta es mucho más interesante. Miller aporta un ambiente inquietante (y necesario) a la película, y es con diferencia el único personaje que logra transmitirnos algo propio de las películas de ‘Harry Potter’: la presencia de los Malfoy y Lestrange.
Habrá que ver qué planes nos tienen guardados la Warner, pero todo parece indicar que habrá mínimo una cuarta película que dé cierre a todo. Entretanto, el mundo mágico de Hogwarts no acaba aquí: pronto llegará a videoconsolas ‘Hogwarts Legacy’, que promete ser la mayor experiencia en videojuegos sobre el universo de Harry Potter que se ha visto nunca.
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