‘Vikingos’ frente a ‘Juego de Tronos’: las grandes diferencias entre dos grandes series

Aunque las comparaciones puedan ser odiosas no es extraño ver que a lo largo de los años ‘Vikingos’ y ‘Juego de Tronos’ han sido eternamente comparadas la una con la otra. Bien es cierto que ‘Vikingos’ es una ficción inspirada en hechos históricos, mientras que ‘Juego de Tronos’ se trata de una ficción medieval con elementos de fantasía, como dragones y los caminantes blancos.
Pero ambas series tienen más en común de lo que parece, empezando por su ambientación, la tramas o el estilo de cada una. Además se tratan de dos series que durante un largo período de tiempo han sido el referente actual y una de las producciones de televisión más aclamadas en su momento. En este contexto, es normal que la gente comparase estas dos obras.
A priori la gran diferencia la podemos encontrar en su relato. Mientras que ‘Juego de Tronos’ transcurre a través de una enorme cantidad de personajes que abarcan cientos de historias, ‘Vikingos’ se centra casi exclusivamente en un vikingo particular, en sus hazañas, y su familia.
Personajes marcados por el carisma
‘Juego de Tronos’ es posible verlo como una especie de baile de ensayos rozando casi lo teatral. Todos sus personajes, adaptados de lo escrito por George R. R. Martin en la serie ‘Canción de hielo y fuego’, se caracterizan por ser personajes oscuros y sombríos, o de algún modo ciertamente impasibles. Es principalmente lo que define la identidad del universo creado por Martin, con claras inspiraciones en una Europa medieval sumida en la precariedad y el miedo.

En este aspecto son algunos los personajes que destacan ya sea por su excentricidad como por el valor añadido de una actuación perfecta. Joffrey, Walder Frey o Shireen son los ejemplos que mejor lo reflejan. Por el contrario tenemos actores jóvenes como Kit Harington (Jon Snow) y Emilia Clarke (Daenerys), que empezaron sus andaduras actorales con esta serie y tardaron entre 6 o 7 temporadas en alcanzar su apogeo profesional.
‘Vikingos’ es casi todo lo opuesto en este sentido y Michael Hirst quiso brindar a la serie de un cúmulo de personalidades de lo más variopintas. Inspirado o no en una realidad histórica, lo cierto es que la serie destaca por ofrecer personajes de lo más extraños y dispares. Ragnar se lleva toda la atención acompañada de la fantástica actuación de Travis Fimmel, Floki, Ivar o Lagherta son otros de los ejemplos que nos encontramos.

Es cierto que ‘Juego de Tronos’ también cuenta con “harina del mismo costal” y si hemos de destacar un personaje por encima de todos ese es Tyrion Lannister y sus brillantes diálogos. Lamentablemente en las últimas temporadas parece que el exceso de vino hiciera mella en su ingenio y la actuación de Peter Dinklage empezara a atenuarse poco a poco. A lo que respecta Jon Snow y Daenerys, es algo muy comentado entre fans y no podemos negarlo: los actores carecían de las mismas habilidades de actuación que el resto de sus compañeros.
En ‘Vikingos’, aparte de Floki y otros mencionados es fácil resaltar las actuaciones de personajes secundarios como Björn, Ecbert o Athelstan, e incluso de secundarios muy de fondo del escenario como Aelle, Harbard o Harald. La razón tampoco tiene mucho misterio: los personajes de ‘Juego de Tronos’ se sustentan por una narración originalmente marcada para la lectura, y para el reparto contaron en su mayoría con talentos noveles. ‘Vikingos’ por el contrario se concibió directamente para televisión y cuentan con un casting de actores veteranos, algunos de ellos grandes celebridades de los países nórdicos.
Las sangrientas batallas
Entrando en materia de acción, de batallas y de violencia, hemos de matizar que ‘Juego de Tronos’ se centra más en el plano político y la acción queda relegada. Pero en cierta manera con ‘Vikingos’ ocurre lo mismo: la acción de los eventos es bastante secundaria y el factor principal de la trama es la sucesión histórica de la invasión vikinga.
Aun así hay una gran diferencia a destacar en la acción que transcurre en ambas series. Mientras que ‘Vikingos’ se lleva el premio por ser la más sangrienta, ‘Juego de Tronos’ cuenta con la mayor realización y montaje en batallas campales, a un nivel que se equipara con ‘El Señor de los Anillos’.

Hablamos por supuesto de ‘La batalla de los bastardos‘ y de ‘La batalla de Desembarco del Rey‘, siendo también los momentos más culminantes de toda la serie. El nivel de producción que hay detrás es de los más exigentes vistos en una serie de televisión, y la labor artística y de realización es sencillamente impresionante. Nos gustaría decir lo mismo de ‘La Larga Noche’, pero por desgracia se vio empañada por una iluminación nefasta.
‘Vikingos’ también tiene de lo suyo, por supuesto. Cierto es que no cuentan con el mismo nivel de producción ni de presupuesto que ‘Juego de Tronos’, pero encuentros como el ‘Asedio de París’, la ‘Batalla de Kattegat’ o la contienda entre los vikingos y el ejército del Rey Aelle son algunos de los momentos más espectaculares de toda la serie. ‘Vikingos’ compensa esa falta de presupuesto estratosférico con una ejecución mucho más violenta y sin miramientos, algo que vemos fácilmente en la masacre del primer capítulo de la serie.
El interés por la historia
Este punto es más subjetivo y dependerá de lo que más le guste a cada uno. ‘Juego de Tronos’ destaca por tener una amplía historia que abarca cientos de tramas a través de incontables personajes. Nos encontramos con constantes giros de guion, siendo los cliffhangers la premisa inicial de esta serie. ‘Vikingos’ es mucho más simple en este sentido: vikingos invadiendo Europa.

Pero tampoco hay que dejarse engañar por el hecho de que ‘Vikingos’ provenga del canal History: aunque es cierto que hay cierta intención de difusión histórica sigue siendo una serie de ficción tremendamente fascinante. Y es que logra su objetivo en mayor o menor medida, enseñarnos la historia del siglo IX, de la mitología nórdica y de la religión cristiana sin ser soporífera en ningún instante.
Uno de los aspectos más interesantes de la serie precisamente lo encontramos en el choque religioso que se da entre distintas clases. Un contraste que logra ser interesante y que consigue que nos planteemos ciertos dilemas morales que sufren sus personajes.
Aquí las alabanzas de ‘Juego de Tronos’ van todas a su obra original, ‘Canción de hielo y fuego’, todavía inconclusa y a falta de que su autor termine (de una vez) los libros. Para la serie David Benioff y D. B. Weiss tomaron ciertas libertades creativas que se ponen en duda, pero se supone que los eventos importantes concluirán de modo similar en los libros.

Pese a ello es innegable que la temporada final ha sido un desastre absoluto condicionado por las prisas y las ganas de finalizar cuanto antes una de las series más caras de la historia, que llevaba ya 8 temporadas y que se basaba en unos libros aún sin terminar.
En retrospectiva
Si algo hemos de señalar de ‘Vikingos’ es que al basarse en hechos históricos afrontar varias décadas de acontecimientos, y eso es un problema. Para entender a que nos referimos, llega un punto en que los hijos se hacen mayores mientras que los padres no envejecen: solo entre Alexander Ludwig y Katheryn Winnick se llevan 15 años.

Aunque esto se compensa gracias a un reparto lleno de talento, algo que no podemos decir de ‘Juego de Tronos’. Pero el mayor problema que tiene la serie de los dragones no es ni mucho menos su reparto. Es el desastre de guion que tuvo en sus últimas temporadas y el ritmo cortante en su narración, por momentos lento, por momentos abrupto.
En resumidas palabras, si has visto una de las dos series y te ha gustado ahora es una buena oportunidad para disfrutar de la otra. ‘Juego de Tronos’ ya ha terminado y están en marcha varios spin-off en HBO. Mientras tanto ‘Vikingos’ ya está a punto de concluir y también tendrá un spin-off propio en Netflix.
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