Retro-análisis de ‘Hotel Dusk: Room 215’: un clásico con tintes de cine noir para Nintendo DS

Publicado por: Adrián Ruiz
Hotel Dusk: Room 215

Nintendo DS tiene ya sus años, que no son pocos. La revolucionaria portátil de Nintendo vino cargada de innovaciones curiosas; pantalla doble, una táctil, stylus, micrófono, gráficos poligonales… En definitiva, un salto cuantitativo si lo comparamos con su antecesora, la Gameboy Advance.

Como es evidente con estas consolas innovadoras de Nintendo, la propia Nintendo es siempre la que más explota a fondo las cualidades propias de su hardware; en 3DS tuvimos ‘Super Mario 3D Land‘ explotando a fondo el uso del 3D estereoscópico, en Wii tuvimos ‘The Legend of Zelda: Skyward Sword‘ con un Link que se controlaba totalmente con el Wiimote, y en Nintendo Switch hemos visto ‘Super Mario Odyssey‘, el único juego que realmente aprovecha a fondo los sensores de movimiento de los joy-con’s y la vibración HD.

Pero en Nintendo DS quién diría que uno de los juegos que más aprovecharían las nuevas funcionalidades de la consola no sería uno de Nintendo, sino uno desarrollado por la difunta Cing, los mismos creadores de ‘Another Code’ y ‘Little King Story’.

Hablamos, por supuesto, de ‘Hotel Dusk: Room 215’, una aventura gráfica atípica, singular y muy especial. Una novela negra con tintes de noir, detectives e investigación, que es además uno de los mejores juegos del catálogo de Nintendo DS.

Investigando un hotel

‘Hotel Dusk’ es un paso hacia atrás en los juegos basados ​​en texto, pero con una jugabilidad realmente brillante. Juegas con la consola en horizontal (como en ‘Brain Training’) y solo utilizas el stylus y la pantalla táctil. Al conversar con los demás personajes o investigar por el hotel surgen fragmentos de historia con un transfondo cada vez más misterioso y que te atrapará de lleno.

Hotel Dusk: Room 215

Jugaremos como Kyle Hyde, un ex-policía y detective privado de Nueva York que busca a su viejo compañero de oficio; Brian Bradley, quien recibió un disparo en un muelle de la ciudad y está desaparecido desde entonces. A partir de aquel trágico suceso, Kyle ha estado viviendo en Los Ángeles lejos de sus viejos amigos y de sus propios recuerdos.

Pero todo en el juego tiene lugar en el Hotel Dusk, un hotelucho en las afueras de Los Ángeles. Kyle ha renunciado a su antiguo trabajo y ​​ahora trabaja para Red Crown, una empresa que se dedica a encontrar cosas que nadie quiere se encuentren. Aquí la cosa comienza a ponerse interesante.

Para mover a nuestro protagonista por las instalaciones del hotel utilizaremos el stylus, pero también contamos con la propia cruceta, aunque con la cruceta la orientación a veces nos pierde un poco. Al leer los diálogos y conversaciones con otros personajes hemos de intentar encontrar pistas, dar con Bradley, y descubrir qué sucedió en el pasado del hotel. Afortunadamente todos los personajes son realmente interesantes y hablan con un realismo sorprendente. Los diálogos y sobre todo la traducción de ‘Hotel Dusk’ es bastante acertada: cada personaje usa una jerga natural y nada forzada.

Hotel Dusk: Room 215

Otro de los puntos fuertes del ‘Hotel Dusk’ es su dirección artística: una de las mejores que se han podido ver en juego de Nintendo DS. Los personajes están diseñados con un estilo de dibujo a lápiz y sus animaciones les dan un toque de realidad sorprendente, logrando captar movimientos totalmente humanos. El hotel es viejo y está un poco deteriorado y eso se nota bastante, para los escenarios el juego da lo mejor de sí de los gráficos poligonales que nos podía ofrecer la vieja DS, logrando el punto exacto entre la capacidad gráfica y un hotel de mala muerte.

Pero las innovaciones de ‘Hotel Dusk’ no acaban aquí. Como buenos detectives, podremos (de hecho, deberemos) tomar notas en un pequeño cuaderno que, en realidad, tendremos que escribir nosotros mismos con el stylus en pantalla. Para abrir puertas o picar, interactuar con elementos, resolver puzles y rompecabezas, coger o dejar objetos… toda esta clase de interacciones tendremos que hacerlas mediante la pantalla táctil de formas bastante ingeniosas y elaboradas. Ningún otro juego de la clásica portátil de pantalla doble ha aprovechado tan bien sus capacidades táctiles.

Hotel Dusk: Room 215

Los diálogos son con diferencia lo mejor del juego. Conversar con cada personaje, observar sus reacciones a nuestras respuestas, y sobre todo tener que interrogarlos con una música de fondo realmente intensa, son sin duda los puntos más fuertes. Todos los personajes son valientes, con los pies en la tierra y simplemente tienen una cualidad intangible de ser reales. Es como si pudieras encontrarlos en la vida real.

En definitiva, ‘Hotel Dusk: Room 215’ fue un indispensable del catálogo de Nintendo DS y un digno heredero de otro de sus mismos creadores, ‘Another Code: Two Memories‘. Además contó con una secuela, ‘Last Window: El secreto de Cape West’, a tiempo suficiente de que sus mismos creadores cerraran el estudio.

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