“El Vicio del Silicio” y Datarama: cuando descargar videojuegos y programas se hacía a través de la radio
Publicado por: Adrián Ruiz
Abrimos una aplicación, iniciamos sesión, buscamos un videojuego y le damos a descargar, tan fácil como eso. Gracias a la evolución de internet y la imposición de las tiendas de software -que llegaron con Steam y no con Apple, como muchos creen-, descargar e instalar videojuegos hoy en día es una de las cosas más sencillas de la red.
Pero, ¿cómo se las ingeniaban los antiguos internautas si querían descargar un videojuego a través de un medio en línea y a larga distancia? Por extraño que parezca, era posible hacerlo sin necesidad de internet: se hacía a través de la radio.
Radios y grabadoras
Bristol, Inglaterra, corría el año 1983 y un dúo de radioaficionados llamados Joe Tozer y Tim Lyons comenzaron a retransmitir software a través de Radio West, una de las emisoras más populares de la ciudad. Por aquel entonces la única manera de que muchas personas pudieran conseguir ciertos juegos de Commodore 64 o Spectrum era con una radio y una grabadora: lo único que necesitabas era grabar el software, que se compartía a través de las ondas de la radio.
Aquel espacio de Radio West se llamaba Datarama y estaba exclusivamente dedicado a la informática, siendo una de las primeras radios especializadas en el tema. Cada semana compartían juegos y programas de acceso gratuito para que cualquiera pudiera “descargarlos” con una grabadora, siendo una tendencia surgida a comienzos de los años 80 y que se fue extendiendo a otros países. Por ejemplo en Holanda la emisora pública Nederlandse Omroep Stichting estuvo toda la década retransmitiendo juegos, mientras que en España la Cadena SER hizo lo mismo con programas de código abierto a través de ‘El Vicio del Silicio‘, el primer programa sobre informático de la radio española.
Esta práctica tuvo su origen en la retransmisión de una fotografía muy particular. Con Datarama Tozer y Lyons solían escribir líneas de código de los programas que iban a retransmitir, compartían desde minijuegos hasta un traductor de pulsaciones a código Morse. Pero hubo un caso particular, una imagen tomada en 1975 de la actriz Cheryl Ladd, protagonista de la clásica ‘Los ángeles Charlie’, que los radioaficionados grabaron a fuego en sus cintas para luego poder verla en la pantalla de su ordenador, una imagen diminuta de apenas 40 píxeles.

En esta historia hubo otro curioso desenlace: el nacimiento BASICODE, un proyecto pensado para desarrollar un estándar de programación con BASIC. Datarama presentaba un problema que complicaba compartir cualquier software, relacionado con el formato. Por aquel entonces todos los ordenadores estaban escritos en BASIC, pero con variaciones de código en cada uno que imposibilitaban la posibilidad de codificar y emitir aquellos programas para todo el mundo. La solución pasó por mano de los holandeses de la emisora NOS, crearon BASICODE para atajar este problema.
Esta práctica finalmente se fue extendiendo al resto de países, como Finlandia o Yugoslavia donde se compartieron centenares de videojuegos, y en España a través de la Cadena SER gracias a Fermin Rotaetxe.
El Vicio de Silicio
En los años ochenta hubo multitud de programas sobre informática como Radiotexto (Valladolid), Sábado Chip de la COPE, y Bienvenido Mister Chip, que fue el más popular del país, impulsado por la Radio Nacional Española a finales de la década. Pero ‘El Vicio del Silicio’ fue probablemente, y para muchos, el primer programa de radio español especializado en informática.
‘El Vicio del Silicio’ comenzó su emisión en otoño del 1985 en Radio Bilbao, y emitía todos los sábados noche a eso de las nueve durante 50 minutos, presidido por Fermin Rotaetxe, un apasionado de la informática de Cadena SER. Contaba con la peculiaridad de Txiplicio, una voz robótica que hacía las veces de compañero del locutor respondiendo preguntas, creado con un Macintosh de Apple y el programa Speaker, que curiosamente solo contaba con fonética inglesa.

Y por supuesto también tuvieron su propia sección dedicada a la retransmisión de software, que se conocía como Audiobaudios. Para el espectador común podía parecer un fallo de la frecuencia, ya que estos programas se retransmitían mediante sonidos extraños, pero no eran más que programas desarrollados en BASIC: ni videojuegos ni software comercial, algo que Fermin Rotaetxe tuvo que aclarar años más tarde al ver que se atribuía Audiobaudios con la piratería.
Tanto Datarama como ‘El Vicio del Silicio’ cerraron sus puertas a mediados de los 80, aunque era una caída más que inevitable. Con el salto de los equipos de 8 bits a los 16 bits y la desaparición de los casetes en favor de los disquetes, esta práctica se fue perdiendo entre los radioaficionados, y el resto fue historia tras la llegada de las redes wifi, que acabaron por facilitar la descarga de cualquier tipo de contenido.
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