El mensaje de Arecibo

Digamos que eres una persona con un gran transmisor de radio y quieres enviar un mensaje a unos extraterrestres que se encuentran a años luz de nosotros. ¿Qué dirías en tu mensaje? ¿Cómo se compondría? No tienes ningún concepto ni mucho menos un conocimiento del lenguaje de aquellos supuestos extraterrestres.
¿Qué sería lo más interesante e importante para una civilización completamente desconocida? Teniendo en cuenta los límites que todo esto plantea solo hay dos factores que conocemos sobre el destinatario: podemos suponer que tiene la tecnología y el conocimiento necesario como para construir una radio y recibir el mensaje que estamos enviando, y la inteligencia suficiente para entender que está recibiendo un mensaje y no simple ruido espacial.
El primer contacto
Hace escasas semanas os hablaba de ‘Contact‘, una película que trata sobre el primer contacto humano con otras civilizaciones. Dicha película está basada en la novela de mismo nombre escrita por Carl Sagan en 1985.

A la hora de escribir la novela Sagan probablemente se inspirase en su propia experiencia, ya que diez años antes, en 1974, el astrofísico Frank Drake propuso enviar un mensaje al espacio y Sagan fue parte del equipo responsable. Aquel mensaje se conoce como ‘el mensaje de Arecibo’.
Drake y Sagan junto a más miembros del equipo desarrollaron un mensaje para ser transmitido por el radiotelescopio de Arecibo, utilizando un esquema matemático que esperaban que una civilización alienígena pudiera decodificar. El mensaje en sí consistía en 1679 dígitos de código binario (unos y ceros).
Los dígitos se transmitieron por segundo uno a uno el 16 de noviembre de 1974. En aquel momento el telescopio apuntaba al Cúmulo de Hércules, que se encuentra a unos 25100 años luz. Nunca se repitió la transmisión y actualmente lleva más de 45 años viajando hacía allí, aunque guardamos la esperanza de que en algún momento alguien la escuche cuando el mensaje llegue al espacio profundo, dentro de 25000 años. Aunque para entonces M13 (el cúmulo de Hércules) ya no se encontrará allí.
El mensaje
¿Y qué decía el mensaje? Bueno, mediante codificación binaria el mensaje llevaba la siguiente información:
- Los números del 1 al 10.
- Los números atómicos de los elementos hidrógeno, carbono, nitrógeno, oxígeno y fósforo, que forman el ácido desoxirribonucleico (ADN).
- Las fórmulas para los azúcares y bases en los nucleótidos del ADN.
- La cantidad de nucleótidos en el ADN y un gráfico de la estructura de doble hélice del ADN.
- Una figura gráfica del hombre, la dimensión (altura física) del hombre promedio y la población de la Tierra.
- Un gráfico de nuestro Sistema Solar.
- Un gráfico del radiotelescopio de Arecibo y la dimensión (el diámetro físico) del plato de antena transmisora.

Es evidente que la transmisión fue más bien un evento simbólico que un intento real de comunicación, su intención detrás estaba demostrar que era posible hacerlo. Si intentáramos comunicarnos de verdad probablemente enviaríamos el mensaje más de una vez y a más lugares del universo.
Aún así existe la posibilidad de que alguna inteligencia pueda interceptar el mensaje y lograr decodificarlo. Y tal vez, solo tal vez, responder.
En agosto de 2001, en unas tierras de cultivo cerca del radiotelescopio Chilbolton en Hampshire, Reino Unido, aparecieron círculos de cultivos con un patrón parecido a la transmisión de Arecibo, mostrando un alienígena de cabeza enorme y agregando el silicio a la lista de elementos. Aunque claramente se trataría de una broma muy bien elaborada, los aficionados no tardaron en considerarlo una respuesta real al mensaje de Arecibo.

Lectura recomendada: The Molecular Machinery of Life.

Este artículo ha sido publicado por un colaborador invitado.
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