¿Qué pasaría si nunca nos levantamos de la cama?
Publicado por: Adrián Ruiz
En los tiempos que corren mucha gente se siente demasiado cansada como para seguir adelante, por lo tanto lo más probable es que se pasen horas tirados en el sofá o la cama.
Cuando nos despertamos muchas veces lo hacemos con la fantasía de quedarnos más rato en la cama. O incluso quedarnos para siempre. A mi me pasa todas las mañanas.
Pero, ¿qué pasaría si nunca nos levantásemos de la cama?
La peor idea posible
Cuando tenemos un mal día o estamos muy cansados muchas veces optamos por pasarnos el día en la cama. Pero si no nos movemos durante 24 horas una de las primeras cosas en verse afectadas serán nuestros pulmones.
Esto se debe a la gravedad que ya no los estaría empujando a su posición normal, así que la parte interior de los mismos empezaría a contraerse. No sentiremos nada, probablemente, pero en este estado será más difícil que la mucosa pase por unos pulmones colapsados, incidiendo en una infección pulmonar, y, al tiempo, neumonía.

Los músculos y los huesos normalmente ayudan a soportar tu peso bajo la gravedad, pero al estar tumbado, por cada semana en cama el cuerpo perderá un 1% de densidad ósea y masa muscular. Esto hará que tus huesos se vuelvan más frágiles y propensos a fracturarse.
Respecto a la perdida muscular, se concentrará sobretodo en las partes que ya no usamos; muslos, nalgas y hombros. Estos músculos normalmente absorberían el azúcar de tu sangre para darte energía, pero tras 10 días el proceso empezaría a ralentizarse haciendo que todo el azúcar sin usarse se acumule en el torrente sanguíneo, lo que provocaría una diabetes tipo 2.
Pero la cosa no acaba aquí
Tras dos semanas empezaremos a desarrollar unas úlceras llamadas escaras. Estas suelen formarse cuando partes óseas de tu cuerpo presionan el mismo punto durante demasiado tiempo, que en este caso serían la cadera, el coxis y los tobillos.
La presión constante bloquearía el flujo sanguíneo matando así las células de la piel. En el peor de los casos se podría rasgar la piel y el tejido de algunas zonas, exponiendo tus huesos y músculos.

A las dos semanas habríamos perdido ya el 10% de la masa muscular. Eso provocaría que al tener menos músculo tendríamos menos oxígeno, por lo tanto el flujo de sangre disminuiría.
El corazón cada vez iría bombeando menos sangre por todo el cuerpo, haciendo que cada vez nos sintamos más cansados y débiles.
Cuanto más tiempo pasemos acostados más difícil será levantarse y recuperar fuerzas. Los huesos estarán muy frágiles para lograr soportar tu peso, y el corazón muy débil para realizar todo su trabajo de nuevo.
¡Pero eso no es todo! Nuestro cerebro también se vería afectado. Hemos estado mucho tiempo en el mismo lugar, mirando el mismo techo, viviendo las mismas experiencias día tras día. Eso no es bueno para la salud mental, ya que nos provocaría ansiedad y depresión.
Realmente no hay ningún problema en que nos pasemos tiempo de más en la cama siempre que mantengamos una rutina, nos levantemos con frecuencia, salgamos a caminar o hagamos ejercicio.
Pero es muy importante mantener el cuerpo activo, sobretodo en estos tiempos de confinamiento. Precisamente por todo esto que en los hospitales mueven a los pacientes con cierta frecuencia, sobretodo aquellos que deben guardar largos reposos por causas de todo tipo.
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