Stanislav Petrov, el hombre que salvó al mundo
Publicado por: Adrián Ruiz
Hace más de treinta años el mundo se salvó de un posible desastre nuclear. El 26 de septiembre de 1983 los sistemas de alerta de la Unión Soviética detectaron un ataque con misiles desde los Estados Unidos. El sistema sugería que varios misiles nucleares habían sido lanzados, y el protocolo del ejército soviético era responder con un ataque nuclear.
Pero el oficial de guardia Stanislav Petrov, cuya responsabilidad era detectar los lanzamientos de misiles enemigos, decidió no informar a sus superiores y en su lugar los consideró como una falsa alarma.
Aquello fue una violación de sus obligaciones, una negligencia muy grave. Lo más seguro habría sido pasar la responsabilidad a sus superiores, pero su decisión puede que haya salvado al mundo entero.
Una gran responsabilidad
El trabajo de Petrov consistía en registrar los ataques con misiles e informar de ellos a la cúpula militar y política soviética. En plena Guerra Fría, una respuesta por parte de la URSS habría sido bastante segura. Sin embargo llegado el momento Petrov se congeló por completo.
“La sirena aulló, pero me senté allí durante unos segundos, mirando a la pantalla roja, grande y retroiluminada, con la palabra ‘lanzamiento’ brillando en ella”
Stanislav Petrov, BBC
El propio sistema le decía que el nivel de fiabilidad era el “más alto”, no podía haber ninguna duda, Estados Unidos había lanzado un misil. Tampoco había algún protocolo establecido sobre cuánto tiempo se permitía pensar antes de informar de un ataque.
Minutos más tarde la sirena sonó de nuevo, el segundo misil había sido lanzado. Después vino la tercera, la cuarta y la quinta. Los ordenadores cambiaron las alertas de “lanzamiento” a “ataque con misil”, explicaba Petrov.
“No había ninguna regla sobre cuánto tiempo se nos permitía pensar antes de informar de un ataque, pero sabíamos que cada segundo de retraso se era muy importante. Los líderes militares y políticos de la Unión Soviética necesitaban ser informado sin demora”.
Stanislav Petrov, BBC
Aunque la naturaleza de la alerta parecía muy evidente, Petrov tenía dudas. La Unión Soviética tenía otros expertos que también observaban los misiles de Estados Unidos mediante operadores de radar por satélite y estos no habían registrado ningún misil. Pero no dejaban de ser un servicio de apoyo, el protocolo dictaba claramente lo que debía hacerse. Y esa decisión le correspondía a él, el oficial de guardia.
Pero lo que para Petrov fue sospechoso fue lo demasiado evidente que era la alerta. Habían unos 28 o 29 niveles de seguridad, después de que el objetivo fuera identificado tenía que pasar por unos “puntos de control”. Petrov no estaba muy seguro de que aquello fuera posible en aquellas circunstancias. Llamó al oficial de guardia en el cuartel general del ejército soviético, y reportó un fallo en el sistema.
Si se hubiera equivocado en cuestión de minutos hubieran tenido lugar las primeras explosiones por dichos misiles. Pasados los veintitrés minutos Petrov se dio cuenta de que no había ocurrido nada.
Fue un fallo del sistema.
Las consecuencias
Petrov recibió una reprimenda oficial por lo que pasó aquella noche, pero no por lo que no hizo, sino por los errores en el sistema. La historia no salió a la luz hasta pasados 10 años probablemente por vergüenza de los soviéticos. Tras el colapso de la URSS, llegó a los medios y Petrov recibió varios premios internacionales por su heroica decisión.
Vivió retirado en un pueblo cerca de Moscú hasta pasados tres años, que falleció el 19 de mayo del 2017 a la edad de los 77 años.

Y pese a los premios que ha recibido nunca se ha considerado un héroe. “Ese era mi trabajo”, dice. “Pero ellos tuvieron la suerte de que fuera yo el del turno de la noche”, añade.
Lo único que sí es cierto es que gracias a él el mundo se salvó de un desastre nuclear de magnitudes enormes.
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