Smartphones plegables: ¿pueden convertirse en el nuevo estándar de los teléfonos inteligentes?
Publicado por: Adrián Ruiz
Aunque parezca mentira, ya mucha gente que tiene un smartphone plegable, y no estamos hablando solo de los consumidores más jóvenes y techies, amantes de la tecnología.
A decir verdad, hace alrededor de quince años los teléfonos plegables casi dominaban el mercado. No obstante, con el paso del tiempo y la llegada de los smartphones con pantalla táctil estos fueron desplazados y hasta quedarse hoy en día obsoletos.
Sin embargo parece que los teléfonos plegables han vuelto, aunque con una peculiaridad que antes no existía: son capaces de plegar y doblar sus pantallas táctiles.
El atractivo de las pantallas plegables
Uno de los aspectos más impresionantes de los nuevos smartphones plegables es su diseño inteligente, un diseño que permite tener más pantalla en un espacio más reducido. Los smartphones plegables suelen ofrecer pantallas impresionantemente grandes, pero ocupando poco espacio en un bolsillo o un bolso.
Existen dos tipos de smartphones plegables. El primero son los que se abren y se cierran por el lado ancho, como el Samsung Galaxy Z Fold 3, similar a un libro. Cuando se despliega, su pantalla tiene el tamaño de dos pantallas “clásicas” colocadas una al lado de la otra, sin ninguna separación de ningún tipo. Después están los que se pliegan por el centro, y entre los ejemplos se encuentran la serie Galaxy Z Flip también de Samsung, o el flamante Huawei P50 Pocket.

Los teléfonos plegables ofrecen una serie de características bastante innovadoras, como la posibilidad de utilizar varias aplicaciones simultáneas en cada mitad de la doble pantalla. Si queremos ver un vídeo de YouTube y navegar por Twitter al mismo tiempo, el teléfono plegable es el epítome de la versatilidad. Algunos muestran la información en su pantalla frontal incluso cuando están plegados.
Otra ventaja del diseño plegable es que la selección de cámaras es mucho mayor en comparación con otros smartphones, mejorando notablemente la calidad de los selfies con las cámaras externas. El diseño plegable facilita la toma de selfies de alta calidad sin sacrificar la comodidad. Los smartphones con este tipo de diseño también son prácticos para hacer videollamadas: basta con colocar el teléfono con la pantalla desplegada y se mantendrá estable mientras nos movemos libremente.

Además, como mencionamos antes, algunos de estos smartphones plegables cuentan con una pantalla adicional que permite su uso sin necesidad de abrirlo. Aunque son pequeñas, son adecuadas para ver las notificaciones. Un ejemplo lo encontramos en la pantalla adicional del Huawei P50 Pocket: permite reproducir música, comprobar quién nos llama, leer notificaciones y realizar otras tareas útiles.
Los retos que deben superar
A pesar de todas las ventajas que hacen que el smartphone plegable sea irresistible para cualquier aficionado a los dispositivos bonitos y tecnológicamente avanzados, primero hay que evaluar las posibles desventajas que se esconden tras el sutil clic de dos pantallas que se cierran.
El potencial de fracaso hace que un teléfono plegable parezca una idea terrible. Cualquier teléfono plegable es susceptible de romperse porque los polímeros de plástico no son lo suficientemente flexibles como para soportar miles de maniobras y distintos grados de fuerza. Cuando la pantalla se despliega, queda totalmente expuesta a los objetos y contaminantes que la rodean, y pueden rayarse con facilidad.
Una pantalla y una batería más grandes también contribuyen a un mayor peso. Aunque es plegable, el tamaño desplegado del teléfono es equiparable al de una tableta. Y aunque es más ligero que una tableta, es más pesado que cualquier smartphone tradicional.
No hay que olvidar la compatibilidad de los smartphones modernos con el software existente. Tener una sola pantalla nos permite que todas las aplicaciones populares y de uso frecuente se adapten a varios tamaños de pantalla. Sin embargo, los smartphones plegables tienen distintos tipos de pantalla.

Hay modelos con dos pantallas separadas conectadas por una bisagra, otros que se abren como un librito, otros que se deslizan para aumentar el tamaño de la pantalla, y otros que tienen dos pantallas separadas unidas por una bisagra. Es probable que los desarrolladores de aplicaciones tengan que hacer ajustes en la funcionalidad de cada aplicación para adaptarse a las distintas configuraciones de pantalla que existen, lo que requiere tiempo, esfuerzo y dinero.
Pero a pesar de estos obstáculos, un smartphone plegable puede ofrecer ventajas que otros dispositivos móviles no pueden, como una pantalla más grande ocupando menos espacio, y mayor versatilidad. Si los fabricantes logran eliminar las desventajas y solucionar los problemas presentes en los smartphones plegables actuales, no sería descabellado afirmar que estos dispositivos se convertirán en el nuevo estándar del mercado en los próximos años.
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